viernes, 20 de marzo de 2015

Mi adicción a los test de ovulación






Soy adicta, tengo que reconocerlo y hacerme a la idea de que soy adicta a los test de ovulación.

Mi adicción comenzó hace un par de meses, cuando mi búsqueda de un nuevo embarazo solo era un proyecto a largo plazo y queriendo, inconscientemente de facilitar la llegada de mi embarazo, compre en Amazon unos test de ovulación, vamos 30 test para ser exactos.

Y me los fundí en el primer ciclo, la verdad es que al principio me traían por el camino de la amargura, para mí que eran todos positivos, entonces empecé a pensar que llevaba todo el mes ovulando sin parar un día tras otro, utilice todos los test en mi primer mes de búsqueda.

Gracias a las nuevas tecnologías, conseguí entender la lectura de dos simples líneas y descubrí que realmente estaba equivocado en su lectura.

Los test de ovulación detectan la hormona LH (hormona luteinizante), esta hormona  es la que nos indica que la ovulación esta próxima, si como leéis, próxima, porque esta hormona alcanza su pico máximo entre 24 y 36 horas antes de ovular.

Es decir, una vez que la segunda línea del test es de intensidad igual o superior a línea de control, ovularemos en las próximas horas. Vamos que yo no lo hice bien ni por asomo.

Lo raro es que me hubiese cuajado el cigoto.

Además de a diferencia de los test de embarazo, jamás hay que realizarlo con la primera hora de la mañana, ya  que la LH se sintetiza en tu cuerpo por la mañana temprano. No aparecerá en la orina hasta avanzado el día.

Una vez aprendida la lección sobre su lectura, ya tengo en mi cajón las suficientes reservas para los siguientes tres meses, si, si, como leéis tres meses.  Lo dicho, soy adicta.



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